domingo, 28 de noviembre de 2010

Día grande en Barcelona






Se celebraba en el Hogar Centro Castellano y Leonés el "Día de Salamanca", esta vez dedicado a homenajear al empresario Silvestre Sánchez, afincado en Barcelona desde hace muchos años y muy conocido en la ciudad condal.

Se presentó un libro que incluye su biografía, a cargo de Paco Cañamero, autor del mismo.

Resultó un bonito reencuentro con los que ya puedo considerar amigos de Castilla y León en Barcelona y que a su vez me consideran "como de casa", todo un honor.

Contaron con los "Juglares del Duero", es decir, con Nino Sánchez y una servidora, y aunque actualmente estoy dedicada a mi nuevo proyecto, no arrincono la posibilidad de colaborar con Nino cuando nos reclaman, lo mismo que él también encuentra un hueco entre sus actividades para retomar el proyecto cuando "fuere menester". Nos acompañaron, sobre el acordeón, las manos magistrales de Begoña Larrañaga.

Fue una noche memorable. Acudió también "Bernardo", un cantante barcelonés muy querido por Silvestre que participó igualmente en el homenaje. El público se volcó con el empresario salmantino, que es Socio de Honor del Centro y que les devolvió el cumplido en forma de un aperitivo de ésos que se estilan por tierras salmantinas, a base de buen vino y embutido ibérico.

Al final, los músicos "desembocamos" en el restaurante "Salamanca", uno de los establecimientos que el empresario tiene en Barcelona, en la zona de la Barceloneta, un lugar cargado de fotos enmarcadas con todos los personajes del mundo artístico, empresarial y de la política que han pasado por allí. Y también del mundo deportivo, pues según me comentaron, los jugadores del "Barça" suelen también aparecer por el lugar para "ponerse en forma".

Resumiendo, un viaje rápido que siempre deja el poso del deseo de regresar a Barcelona, donde una se siente tan bien tratada.

Próxima cita: Teatro José Rodao de Cantalejo (Segovia) 27 de diciembre de 2010, 20,30 h.

Día grande en Barcelona

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Entre amigos


Salón de actos de la Casa de Soria en Madrid.


Miguel Bordejé, Presidente de la Casa de Soria en Madrid, Amparo García-Otero y Paulino Garcia de Andrés.

En la carrera de San Jerónimo, junto a la Puerta del Sol, como muchas otras veces, tuve el gusto de reencontrarme con los amigos de esta entrañable Casa de Soria en Madrid, con quienes tantas veces he colaborado y que siempre me han tratado "como de casa", que lo soy, pues en alguna ocasión, en aras de la amistad y de aquellas temporadas en El Burgo de Osma, fui representante de Soria en algún festival, anécdotas que estuvieron presentes en la presentación.

Aquí llegué de nuevo, esta vez con mi "Nadie es más que nadie" bajo el brazo.
El Presidente, D. Miguel Bordejé inició su intervención con unas entrañables palabras: "La conocimos siendo una niña y sigue siendo una niña..." No está mal, esto de la casi-infancia-perpetua en los ojos de los buenos amigos. Traducido viene a decir, supongo, que el aprecio mutuo continúa siendo el mismo a pesar del paso del tiempo. Amable intervención la de Miguel, que continúa como siempre, trabajando incansablemente en sus tareas organizativas, siempre fiel y en su puesto, como debe ser.

También intervino mi buen amigo de toda la vida D. Paulino García de Andrés, recientemente nombrado "soriano del año", que recordó mi primer concierto como solista "en serio", precisamente en El Burgo de Osma y con motivo de "El Camino del Cid" en el que él participaba. Yo también recuerdo aquella jornada, para mí un tanto especial, pues aunque yo he cantado desde pequeña y he colaborado con grupos folk, mis dos primeros conciertos "en solitario" y "en serio" fueron en Soria y Segovia, "la ruta machadiana", como siempre digo, porque en Segovia también suelo participar en el homenaje que se le dedica todos los años al poeta en su "Casa Museo".

Mi turno giró alrededor de lo musical. Canté algunas canciones del CD con playback, pero con la voz en directo y luego, con ayuda de la guitarra, interpreté una "sanjuanera" soriana y el "Romance del Duero", de Gerardo Diego, un canto de arada "a pelo" y para rematar "La ronda del aire", jaleada por las palmas del público asistente.

Mi colega en "Juglares del Duero", Nino Sánchez, también estuvo presente. Él fue durante un tiempo profesor de dulzaina en la Casa de Soria y guarda también esta Casa dentro de sus afectos.

Buena jornada en este Madrid de mis venas, este eterno "rompeolas de todas las Españas" que dijo el poeta, siempre punto de encuentro.

Próxima cita: Hogar Centro Castellano y Leonés de Barcelona, Sant Andréu 412, Barcelona, Sábado 28 de noviembre, 18,45. "Juglares del Duero".

lunes, 15 de noviembre de 2010

Bohemios


Voy a continuar intentando explicar la raíz de estas canciones, si es que ello es posible. ¿Quién puede explicar con exactitud el por qué de aquello que hace? Todo trabajo, incluso el trabajo mecánico, necesita de una dosis de imaginación de vez en cuando ¿verdad?

"Bohemios" es un homenaje a los creadores, especialmente a todos los que por tradición o necesidad se han visto involucrados en la "vida bohemia", desde pintores, escritores, a músicos, escultores, trabajadores del arte cuyo reto consiste precisamente en el hecho de enfrentarse a la "página en blanco" de su creatividad. Esa sensación de que"algo crezca donde no hay nada" convierte al artista en "creador" de su obra, hacedor de sueños, cómplice de la realidad intangible que, sólo a través del arte cobra forma, intención y mensaje. El artista es un "gurú" que enlaza el hecho etéreo e imperecedero con la realidad sensorial.

¿Puede el arte pagarse con dinero? Es una fórmula de reconocimiento hacia la parte material del artista, esa parte carnal que come. bebe, que necesita alimentarse con algo sólido y líquido. ¿Y cuando el arte no se reconoce? Ahí viene el drama. Puede ocurrir que un artista u obrero del arte no alcance los mínimos requeridos en su labor, pero también sucede y ha sucedido que no sólo alcance esos mínimos, sino que supere con creces la comprensión de su entorno y entonces el único camino es el del sacrificio, como le sucedió a Van Gogh, porque un artista, cuando "conecta" con esa dimensión extraña de donde se nutre la creatividad, no puede volverse atrás. El arte domina, como fuerza extracorpórea que abruma la sensibilidad, el alma y el cuerpo. No hay renuncia posible. Si el artista pretende venderse a la moda, a los usos o a los requerimientos del espectador, no sólo se traiciona a sí mismo y a los que le buscan, sino que prostituye sus capacidades. El arte prostituido deja de ser arte para convertirse en burdo objeto de consumo, sin mayores pretensiones.

La dimensión artística es atemporal. Más allá de su tiempo, temática y entorno, existe algo "arquetípico" en la obra de arte, que se reconoce de inmediato. El instante artístico es eterno. Cuando para comprender una obra se hace necesario recurrir a la temporalidad o a los códigos de su época, es que "algo" se ha perdido en el camino y ese "algo" es precisamente la capacidad de extasiar, la "conexión", lo que queda cuando todo lo demás se sacude o arrincona.

Decía Antonio Machado que la poesía es "la honda palpitación del espíritu". Y decía León Felipe: " Deshaced ese verso. Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia, y hasta la idea misma...Aventad las palabras...y si después queda algo todavía, eso será la poesía". Así es el arte, esa sensación mágica que transporta el alma humana a otra dimensión más perfecta.

De ahí mi homenaje humilde, convertido en canción.

BOHEMIOS

Somos los que rompen la cordura

puesto vendedor de fantasía

somos la razón que no se cura

del entorno la locura

y del alma la alegría.

Somos a otro lado del espejo

creadores de reflejos

pero al fin, bohemios.

Somos partidarios de la noche

somos mercenarios de la aurora

somos los que ponen siempre el broche

y a la musa ni un reproche

cuando se pierden las horas.

Somos mercaderes del ensueño

traficantes de los sueños

pero al fin, bohemios.

Bajo el manto divino

de una luna embriagada

presa del sacrificio

a veces para nada.

El arte nuestro oficio

nuestro reto el encanto

de atravesar el quicio

de la página en blanco.

Bohemios…

Letra y música: Amparo García-Otero

jueves, 4 de noviembre de 2010

En la Casa de Soria de Madrid

Amparo García-Otero


Hace dos semanas hablé con Miguel Bordejé, Presidente de la Casa de Soria en Madrid. Miguel y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Desde mi primera etapa, cuando yo era una chiquilla que iba con mi guitarra por los madriles. Siempre he tenido muy buenos amigos sorianos. No en vano mi primer "concierto oficial" como solista fue precisamente en El Burgo de Osma. Desde entonces ha llovido lo suyo, pero conservo intactas las amistades de "mi primera juventud". Valoro muchísimo los afectos y un amigo es un tesoro que hay que cuidar y salvaguardar siempre.

En la Casa de Soria siempre hallé una buena acogida y apoyo para todo cuanto he emprendido y en esta ocasión presentaré "Nadie es más que nadie" en esta sede el próximo 18 de noviembre. Más adelante también estaré en la Casa de Valladolid y en la Mesa de Burgos, pero eso ya para el próximo trimestre. Madrid es grande y hay que trabajarlo con cariño y poco a poco.

Madrid es una ciudad que significa mucho para mí. Allí pasé una etapa importante de mi vida, allí me formé y allí sigo, yendo y viniendo, puesto que ahora, desde Segovia, con la autopista y el AVE estamos muy cerca. Y el Parque del Retiro y la Cibeles y Neptuno y la Puerta de Alcalá y la Puerta del Sol, todo continúa en el mismo lugar. Somos nosotros quienes nos movemos, quienes pasamos por allí con estos años, días, horas que corren a una velocidad inusitada.

Hay que aprovechar el tiempo. Es lo más valioso que poseemos.

Próxima cita: Casa de Soria en Madrid, c/Carrera de San Jerónimo, 5, 18 de noviembre a las 19.30 h.

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