EN EL CASTILLO DE CUÉLLAR.

Amparo García-Otero y Grupo de Danzas Villa de Cuéllar.

Amparo García-Otero en el Patio de Armas del Castillo de Cuéllar, con Jesús Parra y Begoña Larrañaga.


¡Qué vida! ¡Casi ni tiempo tengo para escribir en el blog, entre la música y las clases!. Mas no dejo de anotar la crónica del concierto celebrado en este glorioso lugar, el Castillo de Cuéllar, entre lo gótico y lo renacentista, maravilloso marco que se dibuja en el Patio de Armas.

El concierto estaba integrado en las jornadas cuellaranas "Así cantan las corales". La Fundación Manuel González Herrero, a través de la Diputación de Segovia, después del éxito del ciclo sobre el Romancero, nos encargó a unos cuantos grupos otro ciclo, "Ya vienen los segadores", en el cual debíamos organizar un repertorio de música tradicional vinculada a la vida rural y a los cantos de trabajo. Había que incluir la actuación de un grupo de danzantes ataviados con el traje labrador. Ya saben, ellos con su chaleco de campo y su calzado de laboreo, ellas con su blusa blanca y esos preciosos manteos amarillos con remates en rojo.

Participó el Grupo de Danzas Villa de Cuéllar  interpretando piezas tan conocidas como "El Arado", "El Ramilletillo" y varias jotas que yo canté acompañada como de costumbre por Begoña Larrañaga y Jesús Parra. También otros cantos de labor y de ronda. Añadí dos canciones propias, "De sol a sol" y "Adobe y Piedra". El público estuvo de lo más cálido pese a lo "fresquito" de la noche. Fue una experiencia muy bonita. Nunca había cantado con danzantes y no es fácil. Ha de salir todo perfectamente cuadrado y salió, faltaría más. Cuestión de ensayos.