Eva Belén Carro, presentando a Amparo García-Otero en el Museo Etnográfico de Castilla y León.
Ancho corría el Duero por Zamora, ancho y un poco turbio, como si sus aguas arrastraran consigo toda esta larga temporada de frío, agua y crisis con que nos ha obsequiado este último invierno. Pese a que la fecha era primaveral, corría un ventarrón casi helado que golpeaba la muralla, acostumbrada ya desde siglos a todo tipo de vendavales.
A pesar de conocer estas tierras de nuestra meseta, de haber nacido en ellas y de habitarlas, me gusta regresar a sus rincones para recrearme en el detalle, pues siempre te sorprenden con algo nuevo y al tiempo viejo, algo que se guardaba tal o cual ciudad en el bolsillo, unas luces distintas que ofrecen al viajero imágenes nuevas desde sus tejados y sus orillas, encontrar en tal o cual iglesia (¡ay el románico zamorano!) aquel retablo por el que pasaste de puntillas el otro día y que merece ser contemplado con más detenimiento...España es un país de contrastes y riquezas, tantas, que resulta imposible almacenarlas en la pupila.
Era la segunda ocasión en que disfrutaba de la hospitalidad del Museo Etnográfico de Castilla y León en Zamora. La primera vez, hace año y medio aproximadamente, estuve en este mismo estrado con Nino Sánchez, compartiendo la presentación de Juglares del Duero. Entonces nuestro maestro de ceremonias fue el etnomusicólogo, folclorista y profesor Alberto Jambrina. Alberto, en esta ocasión, no pudo acompañarme en la presentación, pues sus deberes académicos se lo impedían, pero se acercó a saludarme un ratito antes y estuvimos charlando sobre nuestros proyectos.
Llovía y eso no es un buen auspicio, pero como nunca faltan "valientes" que desafían al mal tiempo, allí estuvimos, en un ambiente coloquial y muy agradable.
La presentación corrió a cargo de Eva Belén Carro, filóloga, encargada de la biblioteca del museo. Amabilísima Eva Belén que estuvo en todo momento pendiente para que todo estuviera en orden y funcionamiento. También envío mi agradecimiento a los encargados del recinto y como no, al director, D. Carlos Piñel, que puso las instalaciones a mi disposición. Resulta muy satisfactorio presentar una obra en un lugar tan prestigioso como es el Museo Etnográfico de Castilla y León.
Allí estaba, vídeo en ristre, mi buen amigo José María Lozano. Mayte Chicote, su esposa, lamentablemente no pudo asistir, pero enseguida me hicieron llegar las imágenes pasadas a DVD. Gracias a los dos.
Y después de las presentaciones personales, llegó el momento de hablar del CD, de las colaboraciones, de la intención puesta en las diferentes canciones, de escuchar algunos fragmentos y...de cantar en directo, que yo sé que es lo que el público siempre espera de un cantante. Llevaba en la mochila algunos temas tradicionales, algunos de ellos zamoranos, algunos ecos sanabreses, zona de donde proceden algunas canciones bellísimas...y así transcurrió la jornada en Zamora. Por supuesto, aproveché la oportunidad para visitar de nuevo la catedral, el Museo de la Semana Santa, echar un nuevo vistazo al Etnográfico...como decía al principio, estas ciudades tan cargadas de Historia siempre te sorprenden, por mucho que las visites. ¡Hasta pronto, Zamora!.
Próxima cita: 16 de abril a las 20,00 h. en Palencia, Fundación Díaz Caneja, C/Lope de Vega, 2.
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