lunes, 15 de marzo de 2010

Soria pura, cabeza de Extremadura.

Centro Cultural Palacio de la Audiencia, Soria.

Jaime del Huerto y Amparo García-Otero durante la presentación.
Arcos de San Juan de Duero, imagen ineludible soriana.

No empezó el día precisamente bien. En Segovia la mañana se presentó con una nieve menuda. No era un buen augurio precisamente cuando hay que hacer un viaje a Soria. Luego me desayuné con la triste noticia de la muerte de mi ilustre paisano, Miguel Delibes. Un recuerdo y un homenaje para él desde estas páginas y todo el agradecimiento que se debe a una persona que ha entregado su vida al quehacer literario, compartiendo con sus lectores tantas y tantas tardes al amor de la lectura. Una gran pérdida. No faltó alguna mala noticia más. Es que el diario a veces se empeña en amargarte la jornada.

La carretera que va desde Segovia a Soria, por fortuna, estaba despejada y sin nieve. Poco a poco el día se tornó luminoso y los primeros hilos de la primavera parecían anunciarse sobre el paisaje, a pesar de que el tiempo era especialmente frío, sobre todo si tenemos en cuenta las fechas.
La carretera que va desde Segovia hasta Soria es lo más parecido al "túnel del tiempo". Las huellas de la Historia se acurrucan o se erigen en sus márgenes, desde el camino que anuncia Tiermes, uno de los yacimientos romanos más interesantes de la península ibérica, donde aún perviven las huellas de los Arévacos, hasta Calatañazor, "donde el moro perdió el tambor", según rezan las memorias de la zona, pasando por la imponente estructura arquitectónica de la catedral de El Burgo de Osma, donde se entremezclan los estilos o de San Esteban de Gormaz, con sus iglesias románicas y la memoria del Cantar de Mío Cid. También cercano a esta ruta se encuentra el mágico paraje del "Río Lobos", protagonista de una de las piezas que componen "Nadie es más que nadie" y donde las cuevas aún nos traen recuerdos de los primeros pobladores de aquellas latitudes, sin olvidarnos de los Templarios, que también anduvieron por allá. Y qué decir de la imponente fortaleza de Gormaz, sobre el Duero, de origen árabe y una de las más grandes de Europa. Paisajes familiares que no dejan por ello de asombrarme cada vez que hago esta ruta.

En Soria, en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia, me esperaba mi buen amigo Jaime del Huerto, pintor y poeta, al que tuve la suerte de conocer a través de Nino Sánchez cuando preparábamos "Juglares del Duero". A Jaime le he convencido para que incluya algunos dibujos en el libro de poemas que quiero editar, cuando me sea posible. Me confesó que ya está trabajando en ello y en esta jornada me acompañó en la presentación de "Nadie es más que nadie". También acudió Isabel Goig, escritora, mujer de un gran nivel intelectual y de un absoluto encanto personal, que tomó fotos y notas para incluirlas en su blog "Soria-goig"

En un ambiente cómodo, distendido, con la asistencia de buenos amigos interesados en la cultura, trátese de pintura, música o poesía, escuchamos algunas de las canciones del CD, previa charla a cargo de Jaime del Huerto. Después, con la guitarra, canté unas típicas "Sanjuaneras" sorianas incluidas en el cancionero de Kurt Schlinder y Jaime me emplazó a participar en unas jornadas de pintura al aire libre que quieren organizar, ya bien entrada la primavera, en un pueblo abandonado al norte de Soria. Allí yo no "pintaré" nada, sino que les acompañaré con algunas coplas. Yo soy de las que "se apuntan a un bombardeo", así que si hay que ir se va...

Próxima cita, Segovia, Casa de los Picos, c/Juan Bravo, 33, el día 25 de marzo de 2010 a las 20.00 h.

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