lunes, 15 de noviembre de 2010

Bohemios


Voy a continuar intentando explicar la raíz de estas canciones, si es que ello es posible. ¿Quién puede explicar con exactitud el por qué de aquello que hace? Todo trabajo, incluso el trabajo mecánico, necesita de una dosis de imaginación de vez en cuando ¿verdad?

"Bohemios" es un homenaje a los creadores, especialmente a todos los que por tradición o necesidad se han visto involucrados en la "vida bohemia", desde pintores, escritores, a músicos, escultores, trabajadores del arte cuyo reto consiste precisamente en el hecho de enfrentarse a la "página en blanco" de su creatividad. Esa sensación de que"algo crezca donde no hay nada" convierte al artista en "creador" de su obra, hacedor de sueños, cómplice de la realidad intangible que, sólo a través del arte cobra forma, intención y mensaje. El artista es un "gurú" que enlaza el hecho etéreo e imperecedero con la realidad sensorial.

¿Puede el arte pagarse con dinero? Es una fórmula de reconocimiento hacia la parte material del artista, esa parte carnal que come. bebe, que necesita alimentarse con algo sólido y líquido. ¿Y cuando el arte no se reconoce? Ahí viene el drama. Puede ocurrir que un artista u obrero del arte no alcance los mínimos requeridos en su labor, pero también sucede y ha sucedido que no sólo alcance esos mínimos, sino que supere con creces la comprensión de su entorno y entonces el único camino es el del sacrificio, como le sucedió a Van Gogh, porque un artista, cuando "conecta" con esa dimensión extraña de donde se nutre la creatividad, no puede volverse atrás. El arte domina, como fuerza extracorpórea que abruma la sensibilidad, el alma y el cuerpo. No hay renuncia posible. Si el artista pretende venderse a la moda, a los usos o a los requerimientos del espectador, no sólo se traiciona a sí mismo y a los que le buscan, sino que prostituye sus capacidades. El arte prostituido deja de ser arte para convertirse en burdo objeto de consumo, sin mayores pretensiones.

La dimensión artística es atemporal. Más allá de su tiempo, temática y entorno, existe algo "arquetípico" en la obra de arte, que se reconoce de inmediato. El instante artístico es eterno. Cuando para comprender una obra se hace necesario recurrir a la temporalidad o a los códigos de su época, es que "algo" se ha perdido en el camino y ese "algo" es precisamente la capacidad de extasiar, la "conexión", lo que queda cuando todo lo demás se sacude o arrincona.

Decía Antonio Machado que la poesía es "la honda palpitación del espíritu". Y decía León Felipe: " Deshaced ese verso. Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia, y hasta la idea misma...Aventad las palabras...y si después queda algo todavía, eso será la poesía". Así es el arte, esa sensación mágica que transporta el alma humana a otra dimensión más perfecta.

De ahí mi homenaje humilde, convertido en canción.

BOHEMIOS

Somos los que rompen la cordura

puesto vendedor de fantasía

somos la razón que no se cura

del entorno la locura

y del alma la alegría.

Somos a otro lado del espejo

creadores de reflejos

pero al fin, bohemios.

Somos partidarios de la noche

somos mercenarios de la aurora

somos los que ponen siempre el broche

y a la musa ni un reproche

cuando se pierden las horas.

Somos mercaderes del ensueño

traficantes de los sueños

pero al fin, bohemios.

Bajo el manto divino

de una luna embriagada

presa del sacrificio

a veces para nada.

El arte nuestro oficio

nuestro reto el encanto

de atravesar el quicio

de la página en blanco.

Bohemios…

Letra y música: Amparo García-Otero

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